Acciones para mejorar el rendimiento estacional de una caldera

1.- Adaptar la caldera a las necesidades de la instalación. Sabemos que la elección de la potencia calorífica de la caldera cuando se va a utilizar para calefacción, se hace para unas condiciones mínimas de temperatura exterior, que en la práctica se dan en muy pocos días. Por tanto, en la mayoría del periodo invernal habrá un exceso de potencia en caldera.

Si se utiliza un quemador de una sola etapa (1 llama) y el galonaje de la boquilla es para el 100% de la potencia, gráficamente el comportamiento de funcionamiento sería el que vemos en la figura.

Existe un exceso de potencia del 50%, el tiempo de paro es largo y el rendimiento estacional es bajo. Para mejorar este rendimiento podríamos adoptar dos soluciones:
a) Sustituir la boquilla por una de galonaje del 50% de la potencia.
b) Colocar un quemador de dos etapas, en donde la boquilla de 1ª llama y la de 2ª llama aporten cada una de ellas el 50% de la potencia y hacer trabajar el quemador con la 1ª llama.
En ambas soluciones el gráfico teórico de funcionamiento sería el que se muestra en la figura


El quemador trabajaría de forma continuada. De todos modos, la mejor solución sería la b) ya que si la instalación está fría, de modo automático entraría la 2ª llama, factor importante para elevar rápidamente la temperatura del agua de la caldera para evitar condensaciones, cosa que ocurre si por la noche se ha parado la instalación. En este caso, el gráfico de funcionamiento sería el de la figura:


Los tres gráficos expuestos de funcionamiento de los quemadores son teóricos, ya que se ha considerado una temperatura exterior constante de 8°C que en la realidad no ocurre nunca, ya que para una temperatura media de 8°C siempre existen en el día unas temperaturas superiores e inferiores:

El gráfico más real de funcionamiento de un quemador de dos llamas, suponiendo que la instalación se pone en marcha a las seis de la mañana y se para a las diez de la noche, sería la que vemos en la figura:

- Tener el quemador y caldera en óptimas condiciones de funcionamiento. El quemador y la caldera deben estar limpios, en estas condiciones será cuando obtendremos los mejores rendimientos.

- Efectuar una buena regulación de la combustión. El contenidode CO2, en una buena combustión, para los combustibles más utilizados son:
Gasóleo 12 ÷ 13% CO2.
Gas natural 9 ÷ 10% CO2.
Carbón 13 ÷ 16% CO2.
En calderas de fundición estos valores suelen ser algo menores.

- Disponer de un buen sistema de regulación de la instalación. Uno de los más efectivos es la centralita de regulación que actúa, esencialmente, en función de la temperatura exterior.

- Aislar las tuberías. Todas las tuberías, cuyo calor que ceden no sea aprovechable, deben aislarse térmicamente. Lo mismo para otros elementos de la instalación, como por ejemplo los depósitos acumuladores.

- Independizar el servicio de calefacción y el de producción de Agua Caliente Sanitaria. Es conveniente utilizar una caldera sólo para el servicio de calefacción y otra, para el de producción de Agua Caliente Sanitaria. El actual reglamento lo exige para potencias de caldera superiores a 50 kW (43.000 kcal/h).

- Instalar dos o más calderas en lugar de una sola. Con ello, conseguiremos una adaptación más correcta a las necesidades caloríficas de la instalación. El reglamento lo obliga para potencias nominales superiores a 300 kW (258.000 kcal/h).

- Termostatos auto adaptativos con sonda exterior, aumenta la eficiencia energética de la instalación, ya que permite actuar sobre la caldera antes que se produzcan las perdidas de calor en el interior.