Zona de rebaba


El reto en el diseño de la rebaba se encuentra en ajustar su dimensión de tal manera que el flujo de metal a través del cordón de la rebaba presente una mayor dificultad (demande mayor presión) que el llenado en las partes críticas del dado.
En las estampas para forja se localizan dos zonas: el cordón de matriz, que sigue el contorno de la pieza, y que se define por su espesor (e) y por su anchura (?); y el alojamiento de rebaba, que sigue en su contorno al cordón de la matriz, y que se define por su espesor (e), por su anchura (l), y por el ángulo (a), entre el cordón y el alojamiento. Tanto el cordón como la rebaba son el desperdicio que es necesario separar de la pieza.

El cordón de la rebaba se comporta mecánicamente como un dique de contención del material plástico, de tal forma que al final del proceso servirá como alojamiento del material excedente. La zona definida como alojamiento de la rebaba se caracteriza por su mayor espesor que el cordón de la rebaba y provee una cavidad en los dados para alojar el exceso de material.