Abarrilamiento


El abarrilamiento se produce principalmente por las fuerzas de fricción en las interfaces matriz-pieza de trabajo que se oponen al flujo exterior de los materiales en estas interfaces y que, por lo tanto, se pueden minimizar con un lubricante eficaz. El abarrilamiento también puede desarrollarse al recalcar piezas de trabajo calientes entre matrices frías. El material en las superficies de la matriz, o cerca de ellas, se enfría con rapidez, en tanto que el resto de la pieza de trabajo permanece relativamente caliente. En consecuencia, el material en las partes superior e inferior de dicha pieza tiene mayor resistencia a la
deformación que el de la parte central. Por lo tanto, la parte central de la pieza se dilata hacia los lados más que en sus extremos.

El abarrilamiento que se produce por los efectos térmicos puede reducirse o eliminarse mediante matrices calientes. Para este propósito, también es posible utilizar barreras térmicas, como la tela de vidrio, en las interfaces entre la matriz y la pieza de trabajo.