Es necesario definir distintos niveles de riesgo
a fin de poder determinar cuándo son necesarias mayores exigencias
de seguridad y fiabilidad en los sistemas de protección.
Se distinguen, normalmente, los siguientes niveles
de riesgo:
a) RIESGO NORMAL: El método de trabajo no implica el acceso
al punto o zona de peligro, siendo necesario un fallo en el sistema
de protección simultaneado con otro fallo o error del operario
para que se produzca el accidente.
b) RIESGO ALTO: Cuando el método de trabajo implica el acceso
permanente a la zona de peligro y un fallo en el sistema de protección
conduce casi con toda certeza a un accidente.
c) RIESGO MUY ALTO: Cuando siguiendo el método de trabajo establecido,
un fallo del operario producirá un accidente casi con absoluta
certeza.