Tal
y como establece el RITE, la regulación ambiente mediante un
termostato on/off únicamente se puede realizar si se tienen
potencias instaladas menores de 70 kW.
El termostato ambiente con la función de on/off se suele utilizar
para ajustar la temperatura de un único ambiente, la sala en
la que está instalado.
Es sencillo de instalar y de poner en funcionamiento, pero no permite
alcanzar altos niveles de confort, dado el tipo de funcionamiento
de on/off.
La temperatura de las salas adyacentes depende de la temperatura de
la sala donde está instalado el dispositivo, razón por
la cual si el sistema no está equilibrado habrá variaciones
de temperatura entre una sala y otra. Esto significa que si la temperatura
de la sala donde está instalado el termostato aumenta debido
a factores externos (por ejemplo, un horno encendido, si el termostato
está en la cocina, o una chimenea encendida,si el termostato
está instalado en el salón) no habrá más
demanda de calefacción y como resultado la temperatura de las
otras salas descenderá. Ocurre lo contrario cuando la sala
en la que está instalado el termostato se enfría a causa
de factores externos (por ejemplo si se deja una ventana abierta)
y por consiguiente hay una mayor demanda de calefacción.
Todo ello produce un aumento de la temperatura en el resto de las
salas.
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La
línea naranja es la temperatura deseada en el interior de la
vivienda y la línea roja nos indica la evolución de
la temperatura ambiente interior. Observamos que la evolución
de la temperatura genera picos que sobresalen de la zona que consideramos
zona de confort, estos ciclos son debidos a la inercia que tiene la
misma instalación en el momento en el que la caldera recibe
la orden de parar desde el termostato on/off. A parte de crear zonas
de no confort para el usuario, se está consumiendo más
energía de la necesaria para la climatización de la
vivienda. Reduciendo también la vida útil de la caldera
al provocar mayor estrés mecánico sobre los componentes.
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