Cámara de aire ventilada
Una fachada ventilada se distingue por su principal característica, la de crear una cámara de aire en movimiento o colchón térmico entre la pared revestida y el paramento exterior de revestimiento. El objetivo primordial de este tipo de cerramiento es el de crear un efecto chimenea o trombe, con lo cual se garantiza una reducción considerable en las transmisiones térmicas desde el exterior de la edificación, tanto en estaciones cálidas como frías, aminorando los consumos energéticos, ocasionados por el acondicionamiento de los interiores, contribuyendo así a la viabilidad estética, energética y ecológica de la edificación. - En verano, calienta el aire contenido en la cámara, de manera que favorece la creación de corrientes de convección, haciendo que el aire caliente ascienda y que el espacio desalojado sea ocupado por aire frío, que entra a través de las ranuras situadas en la parte inferior del cerramiento. - En invierno, el aire contenido en la cámara se calienta aunque no lo suficiente como para favorecer la convección en su interior, por lo que se conserva el calor en dicho espacio. La cámara de aire, al estar ventilada, elimina el riesgo de humedad en los cerramientos y de sus patologías asociadas, garantizando la estanqueidad necesaria. El aislamiento térmico colocado en la superficie exterior de la hoja principal, elimina los puentes térmicos
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